En defensa del paisaje mendocino

Para reflexionar.
Ver nota Diario Uno / Mendoza, 24 de abril de 2008

PARA arquitecturacinco


Acompaño copia de carta que he cursado al Gobernador de Mendoza, y en términos similares a Autoridades relacionadas al quehacer Municipal y Provincial, en lo que considero una defensa legítima del ambiente del vino en todos sus términos.

La motiva una tropelía perpetrada en el Valle de Agrelo, que considero debe ser conocida por los allegados a nuestro quehacer. La irrupción en la industria vitivinícola de este tipo de construcciones, la acercan a una imagen industrialista más propia de las bebidas gaseosas o de la petroquímica, que a la de un producto de calidad destinado al placer.

En este momento se llevan a cabo congresos internacionales a fin de enmarcar los paisajes del vino y el viñedo en un encuadre apropiado. Dispongo de documentación al respecto.

Solicito difusión de estos criterios, a fin de que acciones de esta naturaleza no sienten precedentes en nuestro país, y atenten en forma grave contra el esfuerzo que la actual generación de bodegueros pone en asociar los vinos y su producciòn a una imagen de respeto por el medio ambiente, calidad de construcciones, desde su génesis.

Gracias, Manuel Mas


Mendoza, 8 de Abril de 2.008

Sr Gobernador de la Provincia de Mendoza,

Don Celso Jaque

A comienzos del siglo pasado, las familias fundadoras de la vitivinicultura argentina, López, Tomba, Escorihuela, Titarelli entre otras, conscientes de la importacia de vincular sus productos con un entorno arquitectónico valioso, construyeron en Mendoza establecimientos de producción que han pasado a ser monumentos centenarios representativos de lo que fue una industria pujante, asociada a un producto de placer.

Pasaron décadas, y a mediados del siglo la vitivinicultura atravesó por un período de desvalorización económica y de imagen. Surgieron entonces las bodegas “trasladistas”, galpones industriales anodinos en los que se producían vinos poniendo el acento en la cantidad mucho más allá de la calidad. Décadas en que se deterioró la imagen de nuestros vinos y se perdieron tiempos que otros países aprovecharon en el mercado internacional. En los que Argentina no ocupó lugar alguno.

Desde fines del siglo pasado y con enorme énfasis en estos años, Argentina y Mendoza han retomado el empeño en producir vinos de calidad y asociarlos a la imagen terruño, paisaje, naturaleza, país. Con éxito naciente y creciente.

En estas circunstancias, es inaceptable, venal, que los nuevos propietarios de la bodega Escorihuela, ahora perteneciente al grupo Catena, aprovechando la falta de una legislación aún en gestación e irreverentes del paisaje natural y del paisaje cultural, nociones de sumo interés en el mundo del vino internacionalmente, hayan erigido, en el centro del maravilloso valle de Agrelo, en el pedemonte mendocino, una enorme “bodega galpón”, de construcciòn económica e industrial, de un nivel de gran impacto ambiental en el paisaje del vino, de enorme contaminación visual, soslayando una responsabilidad social que, aún en ausencia de marco legislativo limitante, debería ser inherente a la gestión empresarial y al respeto del medio ambiente.

Esta construcción desdice y se contrapone con todo lo expresado en las etiquetas y folletos de los vinos, conceptos que deberían estar acompañados por lo que rodea a los terruños y a las bodegas.

En años en que importantes estudios de arquitectura se empeñan por forjar una arquitectura nacional y valiosa para completar el paisaje del vino, acciones de esta naturaleza deberían estar controladas por las autoridades correspondientes y por la actitud ético social de sus emprendedores.

Pedimos que se desaliente en forma total este tipo de agresiones a la esplendidez de nuestro paisaje y se inste a los infractores a este código elemental de respeto a nuestra industria y a nuestro suelo, a mitigar, vía forestaciones o algún otro procedimiento de ocultamiento de este adefesio, los daños causados.

Creemos firmemente que nuestras Autoridades deben tomar acción inmediata para evitar la ampliación o proliferación de situaciones constructivas de esta naturaleza, que atentan contra el legado paisajistico de nuestra Provincia, contra el paisaje y los caminos del vino, y conspiran en contra de los emprendedores que están trabajando arduamente para dotar a nuestros vinos y a nuestra Provincia de la imagen de paisaje cultural que merecen,

Muy atentamente


Ing. Manuel Mas

Presidente

Finca La Anita S.A.

DNI.: 7.943.324